Estudio sobre la violencia machista en el contexto del COVID19

Juntas Generales de Bizkaia
Juntas Generales Bizkaia

En primavera de 2021, las Juntas Generales de Bizkaia instaron a la realización de un estudio sobre el impacto del COVID19 en la violencia machista. Así lo recogió el periódico DEIA: «Bizkaia abordará el impacto de la crisis de la covid en la violencia machista«

Desde entonces, hasta el 25 de noviembre, se trabajo intensamente para conocer cuál había sido el real impacto de la pandemia en la violencia machista. ¿Cuál era la situación de esta violencia antes del inicio de la pandemia? ¿De qué manera afectó? ¿Qué conclusiones se pudieron extraer?

Para contestar estas preguntas, además de consultar otros estudios realizados y examinar lo ocurrido en Bizkaia durante el primer Estado de Alarma (desde el 14 de marzo hasta el 9 de octubre, cuando se decretó el segundo Estado de Alarma) a través de los datos proporcionados por la Ertzaintza y de una exhaustiva revisión de la hemeroteca de esos meses, se realizaron 17 entrevistas a personas, mayoritariamente mujeres, que trabajan en distintos recursos (servicios) que ofrece a las víctimas de esta violencia la Diputación, en asociaciones independientes y otros servicios de la Justicia, del Gobierno vasco. También se entrevistó a una víctima de esta violencia que estaba en proceso de poner fin a su situación.

Osakidetza, Nuevas masculinidades, Bizitu, Suspergintza, Satevi, Askabide, Servicio de Urgencia de Acogimiento, Asociación Clara Campoamor, Ertzaintza, Argitan, Fekoor, Neba-Neba, Sortzen, Servicio de Atención a la Víctima, Trabajadoras No Domesticadas.

El pasado 25 de noviembre, la Directora de Igualdad de la Diputación Foral de Bizkaia, Patricia Campelo Martínez, acompañada por la Diputada Foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, Teresa Laespada Martínez, presentaron en Juntas Generales de Bizkaia el estudio realizado por Kamaraka-Contenidos para dicha institución bizkaina.

Así se recoge en la propia página web de Juntas Generales:

La Diputación ha presentado hoy en las Juntas Generales de Bizkaia un estudio sobre el impacto que ha dejado la crisis COVID-19 en la violencia machista, cumpliendo así la proposición no de norma aprobada por unanimidad en la Cámara vizcaína el 14 de abril de este año. El informe, elaborado por la consultora de investigación Kamaraka-Contenidos, aborda la violencia machista en Bizkaia en el año 2020 y, especialmente, en los meses en los que se decretó el confinamiento en el hogar y las distintas fases de desescalada.

Juntas Generales, 25 de noviembre de 2021

La noticia completa se puede leer en este link: «LA VIOLENCIA MACHISTA ES «ESTRUCTURAL» Y NECESITA CADA VEZ «MÁS RECURSOS E INTERVENCIÓN» PARA SU ERRADICACIÓN«

A continuación, exponemos algunas de las conclusiones generales apuntadas en el estudio:

  1. La violencia machista es la consecuencia más grave de la desigualdad existente entre hombres y mujeres. Los hombres deben empezar a asumir que es un problema ante el que tienen que actuar como máximos beneficiarios de los privilegios que les otorga la sociedad patriarcal que origina esta violencia.
  2. Se debe exigir más eficacia a los recursos que se emplean para combatir esta violencia.
  3. La sociedad en general debe dejar de ser permisiva con la violencia machista y ser consciente de los daños tan graves que origina.
  4. Es muy importante la implicación del entorno de la víctima y del victimario.
  5. Resulta imprescindible ofrecer mayor protección a la víctima que da el paso para terminar con esa situación de violencia.
  6. Se debe combatir la perversa educación sexual procedente de la pornografía, con una educación basada en el respeto y la igualdad.

Respecto a cuestiones relacionadas con la pandemia estas son algunas de las conclusiones obtenidas:

  1. Se produjo una disminución de las denuncias y de los asesinatos de mujeres. Los recursos -servicios- a disposición de las víctimas de esta violencia tampoco se utilizaron más que años anteriores.
  2. Durante el confinamiento, se incrementó la violencia sexual fruto del ciberacoso. En la fase de desescalada, se incrementaron las denuncias de violencia intrafamiliar y de pareja o ex pareja como respuesta lógica al periodo previo de confinamiento.
  3. La coordinación y unidad de acción de todas las instituciones en relación a la violencia machista durante la pandemia, generó un estado de alerta que dio unos frutos positivos.
  4. Los datos de la violencia machista en otros países como Italia o Inglaterra con mucho peores.
  5. La excesiva digitalización de los servicios puede dejar atrás a muchas mujeres que necesitan protección y atención.
  6. Las «fiestas» -populares, discotecas, macrobotellones, etc.- se han revelado como peligrosos focos de actuación de lo que se denominan «depredadores sexuales».
  7. La incertidumbre originada por la pandemia que estamos viviendo tiene un efecto de contención en toda la sociedad, también entre los maltratadores.
  8. Los efectos psicológicos ocasionados en las mujeres tardarán tiempo en conocerse.

La reivindicación desde el arte

En ocasiones, es difícil llegar a saber cómo un libro escrito en Bilbao consistente, fundamentalmente, en doce relatos de víctimas de la violencia machista, llega a formar parte de la obra de una artista internacional como Jenny Holzer. Esto ha ocurrido con Voces para ver.

Entre todas las coincidencias que pudieran haber ocurrido, la más natural es la de las víctimas con la artista. Y es que Jenny Holzer pone su arte al servicio del ser humano y denuncia una y otra vez cada uno de los abusos de poder: el abuso hacia las personas refugiadas por la guerra, el abuso con las propias víctimas de la guerra,  el abuso del Estado con las personas a través de los malos tratos y las torturas…. y, también, la violencia contra las mujeres. En este sentido, Jenny Holzer utiliza los textos de Voces para ver para armar esa denuncia.

Tamalez, zoriontasun oso hori 10 urte bete nituenean amaitu zen. Arratsalde horretan lehengusu-lehengusinak etxera etorri ziren urtebetetzea ospatzera. Dena bikaina zen. Urtebetetzea nire eguna zen. Zoriontsua nintzen. Kandelei putz egin ondoren, aitak esan zidan opari bat zuela niretzat eta bere gelaraino jarraitzeko adierazi zidan. Armairuaren tiradera batetik kutxatila bat atera eta Inoxcrom boligrafo zilarreztatu eta granatea eman zidan. Begiratu nion eta bi musu emateko nengoenean, besarkatu egin ninduen. Ez ninduen askatzen. Hari itsatsita egon nintzen tarte batez. Zerbait oso arraroa zen. Gogoratzen naiz zarata ateratzen zuela arnasa hartzean. Deseroso sentitu nintzen, baina ez nekien zergatik.

 

¿Cómo llegaron los «tentáculos» de la artista hasta Voces para ver? No lo sabemos, pero para nosotras, Kamaraka-Contenidos, es un importante reconocimiento al trabajo que hacemos en favor de la igualdad y, especialmente, al trabajo que realizamos para denuncia la violencia machista y sensibilizar a la ciudadanía en general de este grave problema.

Beti egiten dugu berak nahi duena, sexurik ez dudala nahi esatea bururatzen bazait, haserretzen delako eta, azkenean, edozer egiten duelako nirekin larrutan egiteko. Beraz, gaur ere film pornoa, eta ni protagonista.

Cuando escribimos Voces para ver para la Dirección de Igualdad de la Diputación Foral de Bizkaia, nuestro objetivo era contribuir a visualizar la violencia machista. Nos sentimos muy satisfechas al saber que se hizo una segunda edición del libro porque eso suponía que llegaba a más manos, a más ojos, a más mentes… Desde aquí, queremos agradecer a Jenny Holzer que haya propulsado nuestra iniciativa desde Bilbao, desde el Museo Guggenheim, hasta el mundo.

 

Violencia machista

«La niña vivía pendiente de los ruidos que se oían por la noche en el dormitorio de sus padres. El violaba a la madre sistemáticamente, que sufrió varios abortos por las palizas, también sistemáticas. Cuando ya no podía más, Matildita, descalza por el pasillo, gritaba y amenazaba a su padre con salir a la calle y contárselo a los vecino. Entonces, ella también recibía su merecido»

«El arca de Matilde» del libro VOCES PARA VER

 

«Fui todo lo fuerte que pude. Hice lo imposible por cuidar a mis hijos y que no les faltara de nada. Y acaté lo que mi marido me exigía: vivir encerrada entre aquellas cuatro paredes. No resultaba fácil, especialmente cuando lo único que recibía de él eran continuos desprecios»

«Entre olivos» del libro Igualdad para vivir

 

«Tamalez, zoriontasun oso hori 10 urte bete nituenean amaitu zen. Arratsalde horretan lehengusu-lehengusinak etxera etorri ziren urtebetetzea ospatzera. Dena bikaina zen. Urtebetetzea nire eguna zen. Zoriontsua nintzen. Kandelei putz egin ondoren, aitak esan zidan opari bat zuela niretzat eta bere gelaraino jarraitzeko adierazi zidan. Armairuaren tiradera batetik kutxatila bat atera eta Inoxcrom boligrafo zilarreztatu eta granatea eman zidan. Begiratu nion eta bi musu emateko nengoenean, besarkatu egin ninduen. Ez ninduen askatzen. Hari itsatsita egon nintzen tarte batez. Zerbait oso arraroa zen. Gogoratzen naiz zarata ateratzen zuela arnasa hartzean. Deseroso sentitu nintzen, baina ez nekien zergatik. Egongelara itzultzeko eskatu nion, tarta jatera, bestela ezer gabe geratuko ginen eta. Besarkada hori geroago etorritako askoren lehendabizikoa baizik ez zen izan.»

«Musu haiek» IKUSTEKO AHOTSAK liburukoa

 

Diario Córdoba

 

«El supo que no era como otras veces. En esta ocasión se lo dijo con tal determinación que Rafa supo que aquella era de verdad, que no había marcha atrás. Desde entonces fue cuando Rafa decidió terminar con la vida de Dolores. Horas y horas pensando cómo lo haría, acumulando rabia y odio, sin otra cosa en la cabeza que matarla

«O eres para mí o no eres para nadie» del libro Igualdad para vivir

 

«Yo no logro comprender por qué se empeñan en compartir la vida con seres a los que desprecian tanto. Pero el caso es que hay una clase de hombres que siempre necesitan una mujer al lado, aunque sea para humillarla. O, precisamente, la necesitan por eso, para poder emboscar la inseguridad propia en la humillación a otro ser humano»

«Humo» del libro VOCES PARA VER

El Mundo

«El embarazo que él tanto había deseado, se convirtió en un lazo con el que atarme para siempre, por lo que ya no tenía por qué mantener la careta de ‘príncipe azul’. Ya perdió el interés en que viviéramos juntos, en vermo todo el rato…»

«No juzgarlas» del libro Igualdad para vivir

No vemos lo que no queremos ver

Recientemente, en la presentación del libro sobre violencia machista, «Igualdad para vivir«, que Kamaraka-Contenidos hizo para Igualdad de la Diputación de Córdoba, insistimos en un dato que nos resulta escandaloso: la violencia machista no le importa a casi nadie. Efectivamente, parece no importar el número de mujeres que son asesinadas cada año; mejor dicho, parece dar igual que cada año descubramos que entre nuestros conciudadanos hay 60 asesinos de mujeres nuevos que se suman a los 65 del año anterior y a los 57 del anterior… Y parece que no queramos asumir lo que los datos nos dicen una y otra vez: que los asesinatos de mujeres son la punta de un inmenso iceberg de violencia que muy mayoritariamente sufren mujeres de manos de hombres, lo cual supone miles y miles de agresiones de distinta gravedad cada año. No le demos importancia aun sabiendo que solo un porcentaje pequeño de las agresiones son denunciadas. No lo queremos ver. Pero… ¿por qué no queremos ver esta violencia?

 


Os ofrecemos la reflexión que realizó la periodista Eva Domaika sobre esta cuestión el 4 de enero de 2019 en La Lupa ¿Por qué no nos importa la violencia machista?

 


Sin lugar a dudas, esta «ceguera» no es más que fruto del machismo imperante en nuestra sociedad. Por una parte, hay una cierta asunción de esta violencia como si fuera «normal».

Según la Macroencuesta sobre violencia de género de 2011 realizada por la Delegación del Gobierno para la violencia de género , el 13’7% de las mujeres mayores de 18 años había sufrido violencia en su entorno y solo el 5% se habían sentido maltratadas. En el caso de violencia por parte de la pareja, los datos eran: el 9’7% de las mujeres había sufrido violencia por parte de su pareja o ex pareja y el 5% decía haberse sentido maltratada. En el documento de análisis de la Macroencuesta de 2011 se ofrecen estas razones:

«Porque se considera “normal” determinados tipos de comportamientos vejatorios en las relaciones de pareja, bien porque la mujer asume la relación de dependencia y minusvaloración por parte del hombre. Esto es, por la aceptación de la desigualdad de género como un fenómeno “natural” o “porque los hombres son así”, o en una versión más personalizada, “porque es su carácter”.

Además, el machismo descarga en la mujer la absoluta responsabilidad de que el hogar y la relación de la pareja funcionen correctamente. Y si algo no marcha bien, ella es la responsable. Y cuando existe el maltrato, es ella la que tiene más interés que nadie en callarlo porque, aún siendo la víctima, en nuestra sociedad se «perdona» y se comprende más al maltratador que a la víctima de la que siempre «se sospecha». Esto se dice en el análisis de la macroencuesta de 2011.

Por otro lado, también puede tener su origen en la necesidad de considerarse una persona “normal” que vive en una situación “normal” o porque no se quiere reconocer ante terceros, esto es, ante la entrevistadora que hace la encuesta que se es víctima de maltrato.«

 

                 

El Euskobarómetro presentó los resultados de sus investigaciones a finales de 2018 y ni siquiera se mencionaba «la violencia contra la mujer». Según los datos publicados por el CIS en las mismas fechas, «la violencia contra la mujer» es el problema número 19 en la lista de preocupaciones de los españoles. Tan solo el 2’1% considera que es uno de los tres problemas más grandes que tenemos -la mayoría lo consideran el tercero-.

CIS 2018

Es posible que en los próximos meses, la «violencia contra la mujer» incremente su importancia, pero resulta absolutamente descorazonador pensar que probablemente ocurra porque se está poniendo en cuestión las medidas políticas y jurídicas adoptadas para combatir esta violencia específica.


Aquí os dejamos la entrevista que Isabel Urkijo Azkarate hizo para La SER sobre este espinoso asunto:

«Es escandaloso lo poco que importa la violencia machista con la de asesinadas que hay»

 

Igualdad para vivir

El pasado 22 de noviembre, la Delegación de Igualdad de la Diputación de Córdoba encabezada por Ana María Guijarro Carmona, organizó la presentación del libro sobre la violencia machista «Igualdad para vivir» que Kamaraka-Contenidos realizó para dicha institución.

En la presentación denunciamos la necesidad de visualizar la violencia machista. Contamos con los datos numéricos, pero no terminan de ser útiles porque

  • realmente no conocemos todos los datos de la violencia que genera el machismo
  • todos los datos contabilizados no son todos los datos ya que una parte de la violencia machista no está recogida por los organismos oficiales
  • los datos numéricos se manifiestan fríos y nos alejan de la realidad

De esta manera, nos encontramos con que, a pesar de que es una violencia que desde 2005 ha generado más de 970 mujeres asesinadas, según el estudio del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) de septiembre de 2018:

Tan solo el 1’9% de la población considera que la «violencia contra la mujer» es uno de los problemas principales que existen en España

 


 

Entrevista a la Delegada de Igualdad de la Diputación de Córdoba, Ana María Guijarro Carmona, y a la co-autora del libro Isabel Urkijo Azkarate


 

La falta de concienciación de la gravedad de esta violencia es consecuencia de la profunda interiorización de la cultura machista y patriarcal de nuestra sociedad. Las propias mujeres negamos la existencia de esta violencia:

Según los datos de la Macroencuesta de violencia de género de 2011, el 13’7% de las mujeres mayores de 18 años, han sido víctimas de violencia por parte de alguna persona de su entorno; y el 9’7% han sido víctimas de su pareja o ex pareja. Sin embargo, cuando a estas mujeres se les ha preguntado si se habían sentido maltratadas, tan solo el 5% reconoció haberse sentido.

«Solo el 36% de las mujeres maltratadas son conscientes de ser maltratadas»

En nuestra sociedad, la discriminación hacia una mujer en cualquier orden de cosas, aún no es políticamente incorrecta. Por ejemplo, ¿alguien se podría imaginar que cada año se convocaran manifestaciones tan tensas como las que se convocan en los alardes de Irún y Hondarribia, si quienes quisieran desfilar fueran negros u homosexuales?


 

Con este libro, se ha pretendido humanizar los números de la violencia machista, poner un rostro detrás de cada falta de respeto, de cada falta de consideración, de cada humillación, de cada empujón, de cada torta, de cada paliza, de cada asesinato. «No le veo, pero oigo sus pasos. Se está acercando. Está cargando la escopeta de nuevo. Ya está»

Gracias a todas las mujeres que nos permitieron entrevistarlas porque no fue nada fácil. Gracias por ser tan valientes como para salir de una situación de tanta violencia. Por otra parte, deseamos mantener en la memoria el relato de Pilar y de todas las mujeres que han sido asesinadas porque ellas son la primera razón para luchar por erradicar esta violencia.


 

Os dejamos con el video de la presentación del libro»Igualdad para vivir» y os rogamos que disculpeis la calidad del sonido.

Presentación del libro #Igualdad para vivir, que edita la Delegación de Igualdad de la @dipucordoba

Gepostet von Kamaraka am Donnerstag, 22. November 2018

Si te interesa el libro, coméntanoslo.

 

Estadísticas sobre la violencia contra la mujer

Las estadísticas son una herramienta, nunca un fin.

La estadística nos lanza continuamente números y más números sobre una violencia que la mayoría de la sociedad se resiste a ver porque resulta incómoda. Esta es la razón por la que se prefiere seguir pensando que, como las ‘desavenencias’ de la pareja son asuntos privados, no hay que meterse, a pesar de que esas desavenencias en demasiadas ocasiones terminen con el asesinato de la mujer. Por ello resulta absolutamente necesario que se visualice más la violencia que se ejerce contra las mujeres.

Es verdad que, poco a poco, va cambiando nuestra mentalidad, pero es imprescindible que cambie mucho más y que lo haga a mayor velocidad porque la vida de muchas mujeres está en peligro.

Según el Mapa de la violencia machista en Bizkaia de la Diputación Foral de Bizkaia, desde 2004 hasta el día de hoy, en el mes de enero se han cometido 4 asesinatos de mujeres (dos de ellos en grado de tentativa).

 

Tenemos que mirar de frente la realidad


Durango, 15 de enero de 2005

Deia, 17 de enero de 2005


Bilbao, 29 de enero de 2005

 

El Correo, 30 de enero de 2005


Bilbao, 14 de enero de 2014

Parte de la sentencia:

«En el momento de producirse los hechos, el acusado llevaba residiendo en el domicilio de la víctima un periodo de un mes y medio, y ello teniendo el acusado pleno conocimiento de la vigencia de la fecha indicada
anteriormente de la pena accesoria de prohibición de aproximarse a tal domicilio y a la víctima a una distincia inferior a 300 metros, así como de comunicarse con ella por cualquier medio, pena impuesta en sentencia firme de fecha 14 de abril de 2010 por el Juzgado de lo Penal nº4 de Bilbao , habiéndose acordado la ejecución de dicha pena en virtud de Auto de 6 de noviembre de 2012 del Juzgado de lo Penal nº7 de Bilbao , y extendiéndose la prohibición a aproximarse a la víctima del 5 de marzo de 2013 al 13 de mayo de 2014, y la prohibición de comunicarse con ella desde el 5 de marzo de 2012 hasta el 29 de noviembre de 2014. De todo ello fue debidamente notificado el acusado a fecha de 20 de marzo de 2013 tal y como consta en la ejecutoria 1192/200 del Juzgado de lo Penal nº7 de Bilbao

El acusado fue condenado a tres años y tres meses de prisión.


Portugalete, 10 de enero de 2017

El Correo, 11 de enero de 2017


 

Las estadísticas resultan útiles para aproximarnos a la enormidad del problema,  pero cuando las analizamos siempre debemos tener en cuenta dos factores muy importantes:

  1. Las estadísticas se nutren de las denuncias presentadas y, por desgracia, toda la violencia que se sufre, no se denuncia.
  2. Por lo general, las estadísticas sólo reflejan la violencia de género, no toda la violencia que se ejerce contra las mujeres.

Sin duda alguna, hay que hacer mayores esfuerzos por visualizar la tragedia de esta violencia porque detrás de los números, hay víctimas inocentes: Ofelia, María de Gracia, Antonia y Elvira. Y no olvidemos que los responsables de estas tragedias también tienen nombre: Felipe, M.N.G., Miguel y José Angel.

Violencia contra las mujeres, Ana Orantes

Un trágico año

1997 fue un año especialmente significativo por dos hechos trágicos: el muy recordado asesinato de Miguel Ángel Blanco y la convulsión que supuso para toda la sociedad vasca y española en general; y el asesinato de Ana Orantes Ruiz a manos de su marido José Parejo Avivar.

Si para mucha gente el primer asesinato supuso un antes y un después en la historia de ETA y el País Vasco, el asesinato de Ana Orantes Ruiz de 60 años, supuso la creación del mayor espejo posible en el que mirarse toda la sociedad en general para, por fin, ver la violencia de género, la violencia que muchos hombres ejercen contra sus parejas. José Parejo Avivar, lejos de terminar con su ex pareja, de pretender borrarla de la existencia, la convirtió sin pretenderlo en un hito del que difícilmente se podrán olvidar no solo las feministas que la adoptaron como el mayor icono para denunciar la violencia de género, sino también para cualquier persona con un mínimo de sensibilidad respecto a esta violencia.

La denuncia pública

¿Cuál fue la guinda por la que José Parejo Avivar decidió asesinar a su ex pareja? Ana Orantes había denunciado el 4 de diciembre ante toda Andalucía en un programa de Canal Sur los malos tratos a los que le sometió su marido durante 40 años.

El impulso de la LIVG

Tres días más tarde, el 17 de diciembre de 1997, José Parejo Avivar de 61 años, la asesinó. Por fin, cumplió la amenaza que estuvo presente todos los días de la vida de Ana, pero José Parejo erró en su objetivo. En primer lugar, erró porque después de golpearla brutalmente y mientras la quemaba dijo: «Te lo mereces por todo el daño que me has hecho«. No, ni ella ni ninguna mujer se merece ser asesinada, ni ser maltratada como lo fue Ana Orantes y tantas otras mujeres asesinadas antes y después que ella. Y en segundo lugar, erró porque no terminó con Ana; de hecho, Ana Orantes supuso el inicio de toda una ‘revolución’ legislativa que culminó con la LIVG (Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género).

Esta LIVG ha tenido sus luces y sus sombras, pero fue muy novedosa y muy reconocida en los países cercanos. Trece años más tarde, deberíamos plantearnos si la Ley está cumpliendo su objetivo: si esta Ley protege a las mujeres del riesgo de ser asesinadas o sólo afecta al maltrato ‘menor’, si la denuncia es la solución o un medio que está más al final del camino que al inicio, si las medidas de protección son efectivas enfocándolas sobre las mujeres o si, por el contrario, deberían ser los hombres los vigilados y, sobre todo, en qué han quedado todas las medidas de concienciación, educación y prevención que acompañaban a la parte punitiva.

La culpabilidad

José Parejo Avivar cumplió condena hasta el 2004 que murió en la cárcel de Albolote. Ninguno de sus hijas/os asistieron al entierro

Si, al menos, en estos trece años se hubiera conseguido eliminar la creencia de que la mujer tiene la culpa de lo que le ocurre, podríamos sentirnos satisfechas, pero no es así. Seis años después de la LIVG aún se escribía esto en la prensa:  «Amelia tenía 36 años y vivía en Bilbao. Hace unas semanas cometió un error, el mismo que cometen muchas de las mujeres que acaban formando parte de esta negra estadística: volver a convivir con el hombre que presuntamente la maltrataba y al que el juez había impuesto una orden de alejamiento tras una agresión cometida en mayo.» ¿Error? ¿presumente la maltrataba?…

En lugar de dudar de y culpabilizar a la mujer, a nadie se le ocurre preguntar por qué un hombre que maltrata a su pareja, que la golpea hasta hacerle sangrar, que la humilla, que la desprecia, que le anula la autoestima, que la aisla, que la insulta, que la escupe… ¿por qué vuelve con ella? ¿No es esa actitud mucho más extraña?

Su herencia

Raquel Orantes, hija de Ana Orantes, ha publicado una estremecedora carta sobre lo que supuso el asesinato de su madre para ella, para su familia y para toda la sociedad. «Las víctimas, palabra que no me gusta porque somos supervivientes de la violencia -y tú lo sabes mejor que nadie-, siguen siendo las mismas. Siguen asesinando con impunidad; seguimos siendo, desgraciadamente, ciudadanas de segunda; y ley, hoy por hoy, no ha conseguido todo lo que debería.»

Carta de Raquel Orantes

 

 

25 de noviembre, una lucha diaria

La reivindicación del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, afecta al 50 % de la población que son víctimas y/o víctimas potenciales y a un porcentaje también muy alto, – sí, mucho más alto del que nos gustaría reconocer- que correspende a los víctimarios porque éste no es un problema exclusivamente de mujeres. Si fotografiamos las concentraciones y manifestaciones que se convocan cada vez que ocurre una agresión especialmente fuerte (asesinato, violación o paliza, si es que esta se ha conocido públicamente), la imagen que sale SIEMPRE es de mujeres protestando. Parece como si sólo víctimas o víctimas potenciales fueran capaces de empatizar con la agredida. ¿Alguien se puede imaginar a niños menores de ocho años manifestándose por las calles porque se ha destapado otro caso de pederastia? ¿Una locura, verdad? Pues esto es lo que ocurre cada vez que se convoca una manifestación contra la violencia machista.

Sin embargo, esta inhibición del hombre no es más que un síntoma del gravísimo problema que tenemos delante: la violencia machista es una consecuencia de la estructura social en la que está instalada nuestra sociedad y que está basada en el sometimiento de la mujer por el hombre. ¿Suena radical? Pues no.

Si pensamos en un concepto de sometimiento burdo, quizás la afirmación sí podría parecer un tanto radical. Sin embargo, ni siquiera este tipo de sometimiento ha desaparecido, como habéis podido ver en el mapa sobre la violencia machista de Bizkaia.

Para los incrédulos y las resistentes a abrir los ojos a la realidad, sería interesante que reflexionaran sobre la sofisticación del sometimiento a la mujer. Sin ir más lejos ¿cuál es ‘modelo de mujer’ triunfa en esta sociedad, el que los hombres quieren tener a su lado y al que muchas mujeres -las cosas como son- quieren parecerse? Pues sí, aunque las cosas van cambiando poquito a poquito, el «modelo de mujer» que mayoritariamente se vende en nuestra sociedad es el creado para satisfacer al hombre. Miremos el tipo de mujer que sale en… las películas, en la publicidad, en las revistas más vendidas…, el papel que desempeñan en todas las circunstancias, el relato que se escribe en torno a ellas, dónde se las ubica, qué valores trasmiten…

Sólo con una mirada crítica, llegaremos a observar este sometimiento. Sólo cuando lo veamos, seremos capaces de reaccionar ante él. Sólo cuando la mayoría social seamos conscientes de la justicia que representa la igualdad de derechos y oportunidades, de trato, de respeto entre los hombres y las mujeres, seremos capaces de elaborar un discurso realmente deslegitimador de la violencia machista.

 

 

‘El silencio siempre favorece al agresor’

El 13  y 14 de julio, se celebró en Donostia-San Sebastián un interesantísimo curso de verano sobre la violencia machista,  ‘Violencia de género. Propuestas legislativas y el derecho a la intimidad de las víctimas‘, dirigido por la abogada Izaskun Porres García.

El curso ofreció distintas perspectivas desde las que abordar la violencia machista:

  1. perspectiva jurídica: la función del Derecho Penal en la violencia machista
  2. perspectiva victimológica: atención y protección a las víctimas de esta violencia
  3. perspectiva social: la  función de los medios de comunicación
  4. perspectiva criminológica: conocimiento de las características de esta violencia para su prevención
  5. perspectiva judicial: viabilidad de la justicia restaurativa para la violencia machista

 

Violencia machista y legislación

Las personas ponentes de cada uno de los apartados fueron de una calidad difícilmente superable. En la primera jornada intervinieron Adela Asua Batarrita, catedrática de Derecho y ex miembro del Tribunal Constitucional, Ana María Ferrer García, magistrada del Tribunal Supremo, María Angeles Carmona Vergara, Presidenta del Observatorio de la violencia sobre la mujer, Marta Sánchez Recio, fiscal de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, Karmelo Martínez Sarobe, jefe de la comisaría de la  Ertzaintza de Hernani, Idoia Pérez Arnaiz miembro del Servicio de Atención a la Víctima y Gema Varona Martínez, Presidenta del IVAC.

El contenido de esta jornada versó fundamentalmente sobre la legislación que trata de abordar este tipo específico de violencia.

 

Estas fueron algunas de las reflexiones y datos que ahí se ofrecieron:

  • Actualmente, se deposita una excesiva responsabilidad en el Derecho Penal para tratar de ofrecer una solución a la violencia de género. El Derecho Penal no puede ser ‘la solución’. Tienen que existir una serie de políticas públicas que acompañen al Derecho Penal.
  • El protocolo de actuación no puede ser tan rígido porque no todas las situaciones son  iguales ni todas las agresiones son de igual gravedad y ni todas pueden tener  como objeto la dominación. Es imprescindible que haya una mayor flexibilidad.
  • El Derecho Penal tiene por objeto reprobar, castigar al culpable con objeto también de aleccionar al resto de la sociedad, pero la pena también tiene otro componente que no se puede obviar: la reinserción del penado.
  • El mayor problema con el que se encuentran los administradores de justicia es ‘la prueba’. En la mayoría de los casos, suele ser la declaración de la víctima.

  • Se anima a las mujeres maltratadas o en situación de maltrato a denunciar, pero es imprescindible realizar un trabajo previo que prepare a la mujer a enfrentarse con la situación que se creará: nueva situación económica, ‘desprestigio’ social, fuerte tensión con la pareja, etc.
  • El enjuiciamento rápido de los casos de violencia de género provoca el ocultamiento de los malos tratos habituales. De esta manera, el 80 % de los casos juzgados son de violencia ocasional contra la mujer y solo el 20 % corresponde a violencia habitual.
  • Los datos reflejan que se está produciendo un descenso de las denuncias realizadas por los familiares. Esto significa una preocupante pérdida de asunción de la responsabilidad de estas personas respecto a su familiar maltratada.

 

Derecho de información y derecho a la intimidad de la víctima

En la segunda jornada se trabajó sobre el derecho a la intimidad de las víctimas de la violencia de género. Para este tema, se contó con las reflexiones de Iñaki Subijana Zunzunegui, Presidente de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, Lourdes Pérez Rebollar, periodista subdirectora de El Diario Vasco y Lucía Martínez Odriozola profesora de la UPV-EHU, periodista y co-fundadora de la revista Pikara Magazine.

Por desgracia, no pudo producirse el deseado debate entre los distintos posicionamientos de las dos periodistas, pero las exposiciones de los tres ponentes principales fueron realmente interesantes y clarificadoras. Aquí recogemos algunas de las ideas que se plantearon:

  • No existen derechos absolutos por lo que el juez debe ponderar entre los dos derechos que están en  lidia: el derecho a la información y el derecho a la intimidad.
  • Existe una legislación europea y desde el Estatuto de la Víctima que protegen los derechos a la intimidad de las víctimas y los informadores deben responsabilizarse al ofrecer la información respetando los derechos que les asisten; esto es, valorar si realmente es necesaria la identificación de la víctima para informar sobre lo acontecido. ¿Qué aporta tal identificación?
  • Ante este tipo de violencia, el informador, además de informar, debe hacer lo posible por detenerla. En este sentido, es beneficioso realizar un relato que conmueva a la sociedad para que se conciencie sobre la gravedad de la violencia de género.
  • La violencia de género es una violencia  estigmatizante.
  • Cuando se informa de la violencia de género, el trato que se da al agresor es muy distinto al actor de otro tipo de delitos. Por ejemplo: cuando hay  un robo, la policía enseguida ofrece datos sobre sus antecedentes; sin embargo, con la violencia de género, incluso llegan a ocultar la información sobre si ha habido previamente denuncia o no.
  • El foco informativo de un caso de violencia de género tiene que ponerse en el agresor, como ocurre con otros delitos.
  • El causante de estos asesinatos no son el alcohol, ni las drogas, ni una discusión… la razón es la relación de poder que se establece en una sociedad heteropatriarcal.
  • Resulta absolutamente imprescindible cuidar el lenguaje que se utiliza para hablar de esta violencia y desterrar expresiones como ‘la violencia de género se cobra una nueva víctima’, ‘la mujer confiesa que su marido le había pegado en más ocasiones’, ‘una mujer se muere a manos de su marido’, ‘la presunta víctima de violencia de género’

Desde  aquí deseamos felicitar a Izaskun Porres García por el  éxito del curso: hubo mucha asistencia sobre todo de mujeres jóvenes. Quizás convendría que nos preguntáramos por qué es un tema que no interesa a los hombres. Y para terminar también deseamos felicitar a los ponentes por la gran calidad de sus exposiciones.

Nos quedamos con la frase de Lourdes Pérez Rebollar:

El silencio siempre favorece al agresor

«Donde más te duele»

‘Voces para ver / Ikusteko ahotsak’ realizado por Kamaraka-Contenidos para la Diputación Foral de Bizkaia

En la presentación del libro ‘Voces para ver‘ sobre la violencia machista, una de las asistentes preguntó a Miguel Lorente sobre el tratamiento adecuado de este tipo de violencia en los medios de comunicación y el ponente explicó:

«De la violencia de género no se habla. La violencia de género no existe en los medios de comunicación. Existe cuando asesinan a una mujer. Entonces, dado que el 95% de la sociedad dice conocer la violencia de género a través de los medios de comunicación, cuando un hombre mata, todos los mitos del alcohol, la droga, el enfermo mental, el hombre malo… le sirven para entender cómo, desde la nada, de repente, un hombre mata. Entonces, hay que plantear un tratamiento informativo mucho más amplio. Tiene que haber un proceso gradual de información

Y concretó: «La noticia no es la causa de la violencia de género, ni es el precipitante. La noticia es un factor, entre muchos, que utiliza el asesino para reforzarse en su conducta de ir hacia adelante en su propósito«.

De todo ello, podemos extraer que no existe un modus operandi en las actuaciones de los asesinos de mujeres, pero lo que sí parece evidente es que están avanzado en el grado de crueldad de esta violencia. Miguel Lorente lo expuso así:

«Cada vez con más frecuencia, se utiliza la violencia directamente contra los hijos e hijas para producir un mayor daño a las mujeres; algo que anteriormente no se veía (…) Esa forma de asesinar a los hijos dejando a la mujer viva para que viva el resto de sus días pensando en lo que ella podía haber hecho para que eso no hubiera sucedido, es una forma especialmente cruel que en los últimos años se repite prácticamente un caso cada año«.

Los datos

Estas palabras las dijo en febrero. Han pasado solo tres meses y ya tenemos tres casos, uno de ellos ocurrido en Alemania, en los que los asesinos Vladimir, Juan Sergio y M.J., han asesinado a sus hij@s con el propósito de hacer más daño si cabe aún a sus parejas.

  • Madrid, 3 de febrero de 2017: Vladimir V., se tira con su hija de un año por la ventana del hospital donde estaba ingresada la niña después de una discusión con la madre. La discusión termina con un ‘Te voy a dar donde más te duele’.
  • Aurich-Alemania., 18 de febrero. Juan Sergio Oliva Gómez de 38 años asesina a sus dos hijos de 5 y 4 años. La pareja estaba separada desde hacía unos meses y los niños estaban pasando el fin de semana con el padre. En el momento de la separación, el había amenazado con hacer lo mismo que Bretón.
  • Oza-Cesuras, A Coruña, 8 de mayo: M.J.M.M de 43 años asesina a su hijo de 11 años. La madre había presentado dos denuncias contra su ex pareja por coacciones y amenazas.

Por desgracia, este mismo año, otros hij@s han padecido la misma tragedia.

  • Daimiel (Ciudad Real), 13 de febrero de 2017. Un hombre de 57 años, asesina a cuchilladas a su mujer de 46 y a la hija de esta de 18 años.
  • Campo de Criptana, 29 de marzo. Ana Maria Rosado de 42 años y sus hijos de 8 y 5 años son asesinados por su marido y padre que posteriormente se suicida. El asesino es Manuel José García Bustamante, de 47 años.
  • Barcelona, 10 de marzo: mujer embarazada de 31 años es herida de gravedad por su pareja de 33 años. El feto de siete meses ha muerto.
  • Alcobendas, 2 de mayo: Raquel López Airas de 44 años nacida en Eibar, es asesinada a cuchilladas por su pareja que también asesina a su hijo de 12 años.

Sin duda alguna, las medidas paliativas que existen actualmente son absolutamente ineficaces. Si no nos tomamos con mayor seriedad y sincera preocupación la violencia machista mal vamos porque estaremos ‘permitiendo’ que se produzcan más de 60 asesinatos al año y cerca de 700.000 malostratos. Leámoslo de otra manera: esta violencia saca a la luz 60 asesinos al año y mantiene con normalidad a 700.000 maltratadores.

 


«Si hacemos y trabajamos por igualdad, tendremos igualdad. Si no hacemos lo suficiente por trabajar por la igualdad, seguiremos teniendo desigualdad, machismo y, con ello, violencia de género«