El 13 y 14 de julio, se celebró en Donostia-San Sebastián un interesantísimo curso de verano sobre la violencia machista, ‘Violencia de género. Propuestas legislativas y el derecho a la intimidad de las víctimas‘, dirigido por la abogada Izaskun Porres García.
El curso ofreció distintas perspectivas desde las que abordar la violencia machista:
- perspectiva jurídica: la función del Derecho Penal en la violencia machista
- perspectiva victimológica: atención y protección a las víctimas de esta violencia
- perspectiva social: la función de los medios de comunicación
- perspectiva criminológica: conocimiento de las características de esta violencia para su prevención
- perspectiva judicial: viabilidad de la justicia restaurativa para la violencia machista
Violencia machista y legislación
Las personas ponentes de cada uno de los apartados fueron de una calidad difícilmente superable. En la primera jornada intervinieron Adela Asua Batarrita, catedrática de Derecho y ex miembro del Tribunal Constitucional, Ana María Ferrer García, magistrada del Tribunal Supremo, María Angeles Carmona Vergara, Presidenta del Observatorio de la violencia sobre la mujer, Marta Sánchez Recio, fiscal de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, Karmelo Martínez Sarobe, jefe de la comisaría de la Ertzaintza de Hernani, Idoia Pérez Arnaiz miembro del Servicio de Atención a la Víctima y Gema Varona Martínez, Presidenta del IVAC.
El contenido de esta jornada versó fundamentalmente sobre la legislación que trata de abordar este tipo específico de violencia.
- Adela Asua Batarrita
- Ana Mª Ferrer García
- Mª Angeles Carmona Vergara
Estas fueron algunas de las reflexiones y datos que ahí se ofrecieron:
- Actualmente, se deposita una excesiva responsabilidad en el Derecho Penal para tratar de ofrecer una solución a la violencia de género. El Derecho Penal no puede ser ‘la solución’. Tienen que existir una serie de políticas públicas que acompañen al Derecho Penal.
- El protocolo de actuación no puede ser tan rígido porque no todas las situaciones son iguales ni todas las agresiones son de igual gravedad y ni todas pueden tener como objeto la dominación. Es imprescindible que haya una mayor flexibilidad.
- El Derecho Penal tiene por objeto reprobar, castigar al culpable con objeto también de aleccionar al resto de la sociedad, pero la pena también tiene otro componente que no se puede obviar: la reinserción del penado.
- El mayor problema con el que se encuentran los administradores de justicia es ‘la prueba’. En la mayoría de los casos, suele ser la declaración de la víctima.
- Se anima a las mujeres maltratadas o en situación de maltrato a denunciar, pero es imprescindible realizar un trabajo previo que prepare a la mujer a enfrentarse con la situación que se creará: nueva situación económica, ‘desprestigio’ social, fuerte tensión con la pareja, etc.
- El enjuiciamento rápido de los casos de violencia de género provoca el ocultamiento de los malos tratos habituales. De esta manera, el 80 % de los casos juzgados son de violencia ocasional contra la mujer y solo el 20 % corresponde a violencia habitual.
- Los datos reflejan que se está produciendo un descenso de las denuncias realizadas por los familiares. Esto significa una preocupante pérdida de asunción de la responsabilidad de estas personas respecto a su familiar maltratada.
Derecho de información y derecho a la intimidad de la víctima
En la segunda jornada se trabajó sobre el derecho a la intimidad de las víctimas de la violencia de género. Para este tema, se contó con las reflexiones de Iñaki Subijana Zunzunegui, Presidente de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, Lourdes Pérez Rebollar, periodista subdirectora de El Diario Vasco y Lucía Martínez Odriozola profesora de la UPV-EHU, periodista y co-fundadora de la revista Pikara Magazine.
- Lourdes Pérez Rebollar
- Iñaki Subijana Zunzunegui
- Lucía Martínez Odriozola
Por desgracia, no pudo producirse el deseado debate entre los distintos posicionamientos de las dos periodistas, pero las exposiciones de los tres ponentes principales fueron realmente interesantes y clarificadoras. Aquí recogemos algunas de las ideas que se plantearon:
- No existen derechos absolutos por lo que el juez debe ponderar entre los dos derechos que están en lidia: el derecho a la información y el derecho a la intimidad.
- Existe una legislación europea y desde el Estatuto de la Víctima que protegen los derechos a la intimidad de las víctimas y los informadores deben responsabilizarse al ofrecer la información respetando los derechos que les asisten; esto es, valorar si realmente es necesaria la identificación de la víctima para informar sobre lo acontecido. ¿Qué aporta tal identificación?
- Ante este tipo de violencia, el informador, además de informar, debe hacer lo posible por detenerla. En este sentido, es beneficioso realizar un relato que conmueva a la sociedad para que se conciencie sobre la gravedad de la violencia de género.
- La violencia de género es una violencia estigmatizante.
- Cuando se informa de la violencia de género, el trato que se da al agresor es muy distinto al actor de otro tipo de delitos. Por ejemplo: cuando hay un robo, la policía enseguida ofrece datos sobre sus antecedentes; sin embargo, con la violencia de género, incluso llegan a ocultar la información sobre si ha habido previamente denuncia o no.
- El foco informativo de un caso de violencia de género tiene que ponerse en el agresor, como ocurre con otros delitos.
- El causante de estos asesinatos no son el alcohol, ni las drogas, ni una discusión… la razón es la relación de poder que se establece en una sociedad heteropatriarcal.
- Resulta absolutamente imprescindible cuidar el lenguaje que se utiliza para hablar de esta violencia y desterrar expresiones como ‘la violencia de género se cobra una nueva víctima’, ‘la mujer confiesa que su marido le había pegado en más ocasiones’, ‘una mujer se muere a manos de su marido’, ‘la presunta víctima de violencia de género’
Desde aquí deseamos felicitar a Izaskun Porres García por el éxito del curso: hubo mucha asistencia sobre todo de mujeres jóvenes. Quizás convendría que nos preguntáramos por qué es un tema que no interesa a los hombres. Y para terminar también deseamos felicitar a los ponentes por la gran calidad de sus exposiciones.
Nos quedamos con la frase de Lourdes Pérez Rebollar: