
Celebración del ‘dos de mayo’, 2015
El barrio bilbaíno de San Francisco es posiblemente uno de los barrios con una componente socio-cultural más diversa de toda Euskal Herria. Sudamericanos, sub-saharianos, marroquíes, personas procedentes de la Europa del este, etc. conviven con los vecinos ‘de toda la vida’ del barrio y otros ‘nacionales’ que han ido llegando poco a poco a él.
Con esta gran variedad concentrada en unas pocas calles, no es extraño que surjan iniciativas ciudadanas encaminadas a crear espacios comunes de relación entre todas estas personas que componen este barrio singular; experiencias como Arroces del mundo donde miles de personas de muy distintas procedencias, tonos de piel, condición económica, nivel cultural… acuden con el ánimo de compartir y de disfrutar de una fiesta que es de todos.
En breve, concretamente los días 7 al 9 de octubre, son las fiestas de Sanfran. El programa es sencillo, pero con toda seguridad serán unas fiestas muy participativas y con un alto grado de compromiso social. De hecho, el sábado las asociaciones del barrio junto a Reas Euskadi organizan un «Mercado Social» con el que se quiere «impulsar y dar a conocer iniciativas de economía solidaria y social. Un mercado de entidades que ofrecen una apuesta decidida por un modelo económico mas justo; así como de asociaciones del barrio que tiene como objetivo el desarrollo y la inclusión de sus vecinas y vecinos. Además durante el mercado habrá talleres de reciclaje y se ofrecerán bebidas solidarias en favor de los colectivos mas desfavorecidos.»
La semana previa a las fiestas, se ha organizado el II Rally de pintxos. El asunto consiste en degustar un pintxo en cada uno de los 22 bares que participan al módico precio de 1 €/pintxo. Hay que felicitar a quienes tuvieron esta idea porque cualquiera que quiera participar tiene que visitar bares absolutamente diversos: desde la Taberna Sanfran de ambiente sudamericano, pasando por Essaada-Jay Bar de comida marroquí, por los modernos del Peso Neto… hasta la clásica taberna Urquiola. La mayoría de los pintxos son de muy buena calidad y es recomendable atreverse con esta sugerente invitación, sobre todo porque es una muy buena propuesta para hacernos romper barreras y fronteras.