Hondarribia, 2018

EITB, 2018

A pesar de que todo nos podría hacer pensar que, con el tiempo, las actitudes intransigentes deberían ir relajándose para dar paso a una coexistencia más normalizada, con respeto y pacífica, la realidad nos pone delante una situación absolutamente distinta. No hay ni coexistencia pacífica. Los insultos y las faltas de respeto inundan la fiesta de Hondarribia.

«Jaizkibel dice basta ya» Diario Vasco

Hasta al sacerdote de Hondarribia le supera esta tensión y división en un momento «de fiesta»: «Hondarribia no se lo merece» Deia.

Y mientras la Directora de Emakunde secundaba y apoyaba el alarde oficial, el mixto, el de la «igualdad», la consejera de Educación del Gobierno Vasco, Cristina Uriarte, participa en el «alarde tradicional», el de los hombres desfilando con la cantinera y las mujeres mirando. Así lo cuenta El salto diario y así lo justifica la consejera: «Es un tema privado«, Diario Vasco.

Esta de Cristina Uriarte, sin duda alguna, es una frase para la reflexión. ¿Qué es privado y qué es público en un politico?, ¿se puede ser feminista en lo público y no feminista en tu mundo privado? y ¿el feminismo no defiende precisamente que la lucha por la igualdad conquiste el ámbito privado?

 


No se puede «trabajar» por la igualdad en lo público y, en lo privado, moverse en un mundo heteropatriarcal. Así no avanzamos nada.


 

Estadísticas sobre la violencia contra la mujer

Las estadísticas son una herramienta, nunca un fin.

La estadística nos lanza continuamente números y más números sobre una violencia que la mayoría de la sociedad se resiste a ver porque resulta incómoda. Esta es la razón por la que se prefiere seguir pensando que, como las ‘desavenencias’ de la pareja son asuntos privados, no hay que meterse, a pesar de que esas desavenencias en demasiadas ocasiones terminen con el asesinato de la mujer. Por ello resulta absolutamente necesario que se visualice más la violencia que se ejerce contra las mujeres.

Es verdad que, poco a poco, va cambiando nuestra mentalidad, pero es imprescindible que cambie mucho más y que lo haga a mayor velocidad porque la vida de muchas mujeres está en peligro.

Según el Mapa de la violencia machista en Bizkaia de la Diputación Foral de Bizkaia, desde 2004 hasta el día de hoy, en el mes de enero se han cometido 4 asesinatos de mujeres (dos de ellos en grado de tentativa).

 

Tenemos que mirar de frente la realidad


Durango, 15 de enero de 2005

Deia, 17 de enero de 2005


Bilbao, 29 de enero de 2005

 

El Correo, 30 de enero de 2005


Bilbao, 14 de enero de 2014

Parte de la sentencia:

«En el momento de producirse los hechos, el acusado llevaba residiendo en el domicilio de la víctima un periodo de un mes y medio, y ello teniendo el acusado pleno conocimiento de la vigencia de la fecha indicada
anteriormente de la pena accesoria de prohibición de aproximarse a tal domicilio y a la víctima a una distincia inferior a 300 metros, así como de comunicarse con ella por cualquier medio, pena impuesta en sentencia firme de fecha 14 de abril de 2010 por el Juzgado de lo Penal nº4 de Bilbao , habiéndose acordado la ejecución de dicha pena en virtud de Auto de 6 de noviembre de 2012 del Juzgado de lo Penal nº7 de Bilbao , y extendiéndose la prohibición a aproximarse a la víctima del 5 de marzo de 2013 al 13 de mayo de 2014, y la prohibición de comunicarse con ella desde el 5 de marzo de 2012 hasta el 29 de noviembre de 2014. De todo ello fue debidamente notificado el acusado a fecha de 20 de marzo de 2013 tal y como consta en la ejecutoria 1192/200 del Juzgado de lo Penal nº7 de Bilbao

El acusado fue condenado a tres años y tres meses de prisión.


Portugalete, 10 de enero de 2017

El Correo, 11 de enero de 2017


 

Las estadísticas resultan útiles para aproximarnos a la enormidad del problema,  pero cuando las analizamos siempre debemos tener en cuenta dos factores muy importantes:

  1. Las estadísticas se nutren de las denuncias presentadas y, por desgracia, toda la violencia que se sufre, no se denuncia.
  2. Por lo general, las estadísticas sólo reflejan la violencia de género, no toda la violencia que se ejerce contra las mujeres.

Sin duda alguna, hay que hacer mayores esfuerzos por visualizar la tragedia de esta violencia porque detrás de los números, hay víctimas inocentes: Ofelia, María de Gracia, Antonia y Elvira. Y no olvidemos que los responsables de estas tragedias también tienen nombre: Felipe, M.N.G., Miguel y José Angel.

Violencia contra las mujeres, Ana Orantes

Un trágico año

1997 fue un año especialmente significativo por dos hechos trágicos: el muy recordado asesinato de Miguel Ángel Blanco y la convulsión que supuso para toda la sociedad vasca y española en general; y el asesinato de Ana Orantes Ruiz a manos de su marido José Parejo Avivar.

Si para mucha gente el primer asesinato supuso un antes y un después en la historia de ETA y el País Vasco, el asesinato de Ana Orantes Ruiz de 60 años, supuso la creación del mayor espejo posible en el que mirarse toda la sociedad en general para, por fin, ver la violencia de género, la violencia que muchos hombres ejercen contra sus parejas. José Parejo Avivar, lejos de terminar con su ex pareja, de pretender borrarla de la existencia, la convirtió sin pretenderlo en un hito del que difícilmente se podrán olvidar no solo las feministas que la adoptaron como el mayor icono para denunciar la violencia de género, sino también para cualquier persona con un mínimo de sensibilidad respecto a esta violencia.

La denuncia pública

¿Cuál fue la guinda por la que José Parejo Avivar decidió asesinar a su ex pareja? Ana Orantes había denunciado el 4 de diciembre ante toda Andalucía en un programa de Canal Sur los malos tratos a los que le sometió su marido durante 40 años.

El impulso de la LIVG

Tres días más tarde, el 17 de diciembre de 1997, José Parejo Avivar de 61 años, la asesinó. Por fin, cumplió la amenaza que estuvo presente todos los días de la vida de Ana, pero José Parejo erró en su objetivo. En primer lugar, erró porque después de golpearla brutalmente y mientras la quemaba dijo: «Te lo mereces por todo el daño que me has hecho«. No, ni ella ni ninguna mujer se merece ser asesinada, ni ser maltratada como lo fue Ana Orantes y tantas otras mujeres asesinadas antes y después que ella. Y en segundo lugar, erró porque no terminó con Ana; de hecho, Ana Orantes supuso el inicio de toda una ‘revolución’ legislativa que culminó con la LIVG (Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género).

Esta LIVG ha tenido sus luces y sus sombras, pero fue muy novedosa y muy reconocida en los países cercanos. Trece años más tarde, deberíamos plantearnos si la Ley está cumpliendo su objetivo: si esta Ley protege a las mujeres del riesgo de ser asesinadas o sólo afecta al maltrato ‘menor’, si la denuncia es la solución o un medio que está más al final del camino que al inicio, si las medidas de protección son efectivas enfocándolas sobre las mujeres o si, por el contrario, deberían ser los hombres los vigilados y, sobre todo, en qué han quedado todas las medidas de concienciación, educación y prevención que acompañaban a la parte punitiva.

La culpabilidad

José Parejo Avivar cumplió condena hasta el 2004 que murió en la cárcel de Albolote. Ninguno de sus hijas/os asistieron al entierro

Si, al menos, en estos trece años se hubiera conseguido eliminar la creencia de que la mujer tiene la culpa de lo que le ocurre, podríamos sentirnos satisfechas, pero no es así. Seis años después de la LIVG aún se escribía esto en la prensa:  «Amelia tenía 36 años y vivía en Bilbao. Hace unas semanas cometió un error, el mismo que cometen muchas de las mujeres que acaban formando parte de esta negra estadística: volver a convivir con el hombre que presuntamente la maltrataba y al que el juez había impuesto una orden de alejamiento tras una agresión cometida en mayo.» ¿Error? ¿presumente la maltrataba?…

En lugar de dudar de y culpabilizar a la mujer, a nadie se le ocurre preguntar por qué un hombre que maltrata a su pareja, que la golpea hasta hacerle sangrar, que la humilla, que la desprecia, que le anula la autoestima, que la aisla, que la insulta, que la escupe… ¿por qué vuelve con ella? ¿No es esa actitud mucho más extraña?

Su herencia

Raquel Orantes, hija de Ana Orantes, ha publicado una estremecedora carta sobre lo que supuso el asesinato de su madre para ella, para su familia y para toda la sociedad. «Las víctimas, palabra que no me gusta porque somos supervivientes de la violencia -y tú lo sabes mejor que nadie-, siguen siendo las mismas. Siguen asesinando con impunidad; seguimos siendo, desgraciadamente, ciudadanas de segunda; y ley, hoy por hoy, no ha conseguido todo lo que debería.»

Carta de Raquel Orantes

 

 

25 de noviembre, una lucha diaria

La reivindicación del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, afecta al 50 % de la población que son víctimas y/o víctimas potenciales y a un porcentaje también muy alto, – sí, mucho más alto del que nos gustaría reconocer- que correspende a los víctimarios porque éste no es un problema exclusivamente de mujeres. Si fotografiamos las concentraciones y manifestaciones que se convocan cada vez que ocurre una agresión especialmente fuerte (asesinato, violación o paliza, si es que esta se ha conocido públicamente), la imagen que sale SIEMPRE es de mujeres protestando. Parece como si sólo víctimas o víctimas potenciales fueran capaces de empatizar con la agredida. ¿Alguien se puede imaginar a niños menores de ocho años manifestándose por las calles porque se ha destapado otro caso de pederastia? ¿Una locura, verdad? Pues esto es lo que ocurre cada vez que se convoca una manifestación contra la violencia machista.

Sin embargo, esta inhibición del hombre no es más que un síntoma del gravísimo problema que tenemos delante: la violencia machista es una consecuencia de la estructura social en la que está instalada nuestra sociedad y que está basada en el sometimiento de la mujer por el hombre. ¿Suena radical? Pues no.

Si pensamos en un concepto de sometimiento burdo, quizás la afirmación sí podría parecer un tanto radical. Sin embargo, ni siquiera este tipo de sometimiento ha desaparecido, como habéis podido ver en el mapa sobre la violencia machista de Bizkaia.

Para los incrédulos y las resistentes a abrir los ojos a la realidad, sería interesante que reflexionaran sobre la sofisticación del sometimiento a la mujer. Sin ir más lejos ¿cuál es ‘modelo de mujer’ triunfa en esta sociedad, el que los hombres quieren tener a su lado y al que muchas mujeres -las cosas como son- quieren parecerse? Pues sí, aunque las cosas van cambiando poquito a poquito, el «modelo de mujer» que mayoritariamente se vende en nuestra sociedad es el creado para satisfacer al hombre. Miremos el tipo de mujer que sale en… las películas, en la publicidad, en las revistas más vendidas…, el papel que desempeñan en todas las circunstancias, el relato que se escribe en torno a ellas, dónde se las ubica, qué valores trasmiten…

Sólo con una mirada crítica, llegaremos a observar este sometimiento. Sólo cuando lo veamos, seremos capaces de reaccionar ante él. Sólo cuando la mayoría social seamos conscientes de la justicia que representa la igualdad de derechos y oportunidades, de trato, de respeto entre los hombres y las mujeres, seremos capaces de elaborar un discurso realmente deslegitimador de la violencia machista.

 

 

Mapa de la violencia machista en Bizkaia

Hoy, 24 de noviembre, se presenta el mapa de Bizkaia de la violencia ejercida contra las mujeres que Kamaraka-Contenidos ha realizado para el Departamento de Empleo, Cooperación e Igualdad de la Diputación Foral de Bizkaia cuyo objetivo fundamental es visualizar la violencia que se ejerce en Bizkaia contra las mujeres.

MAPA DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN BIZKAIA

Este mapa ofrece dos aspectos novedosos:

  • enfoca esta violencia cargando la mirada en los victimarios, los responsables de lo ocurrido
  • no solo refleja la «violencia de género», sino que trata de recoger toda la violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de ser mujer

Es un mapa vivo que se presenta reflejando los asesinatos ocurridos (consumados o en tentativa) desde 2004 a 2017 -confiamos en no tener que añadir ningún caso más- y el número de víctimizaciones a nivel municipal de la violencia de pareja o ex pareja, la violencia intrafamiliar y la violencia sexual. Ahora, estas victimizaciones sólo son números -estremacedores, desde luego, pero sólo números- y, posiblemente, en un futuro se vaya completando con otras formas que contribuyan al objetivo del mapa: visualizar para sensibilizar y actuar.

Agradecemos a la Dirección de Igualdad de la Diputación de Bizkaia, la oportunidad que nos ha dado para realizar este proyecto y agradecemos de manera muy especial a todas las personas y organismos que nos han ayudado a recopilar material, a pulir el enfoque y a entender y saber interpretar sentencias, datos, etc. No queremos dejar de nombrar a los juristas Juan Luis Ibarra, Miren Ortubay, Adela Asua, Tania Rico e Iñaki Subijana; al Observatorio de Violencia de Género de Bizkaia, a la Ertzaintza, a Askabide y a todos los colectivos de mujeres que han realizado un trabajo de denuncia de la violencia machista estupendo sin el cual habría sido difícil completar el trabajo.

Foro Bilbao por la Paz y la Convivencia

Ayer, 16 de octubre de 2017, se constituyó el Foro Bilbao por la Paz y la Convivencia. Dicho foro tiene como objetivo «trabajar y acordar actuaciones y programas que ayuden a profundizar en los valores del respeto y la convivencia» y lo componen 20 personas: el alcalde, Juan Mari Aburto, Gotzone Sagardui y Aitor Bilbao del Área de Alcaldía, un representante de cada grupo municipal (Nekane Alonso, Inés Ibañez de MaeztuAitziber Ibaibarriaga, Carmen Muñoz y Samir Lahdou); seis familiares de víctimas (Dori Monasterio-ETA, Manu Cabacas y Fina Liceranzu-Ertzaintza, Inés Núñez de la Parte-Policía Armada, Javier Batarrita-Guardia Civil, Edurne Brouard-GAL, Abel Uceda-ETA, José Goikoetxea-ETA, Leonor Regaño-ETA, Belén Mentxaka-ETA, Conchi Fernández-Policía Armada, Mari Jose Aguirre-ETA) que irán turnando su participación y cuatro personas reconocidas por su trabajo en este ámbito: Maitane Etxebarria, Ramón Múgica, Angel Mari Unzueta y yo, Isabel Urkijo. Y como secretaria, Josune Ariztondo.

En la reunión previa a la presentación formal del Foro, Luis Eguiluz, representante del Partido Popular, incidió en un aspecto muy importante: que todas las personas que formaran el Foro compartieran un suelo, un minimo ético sobre el que basar el trabajo que posteriormente se desarrollaría. Absolutamente de acuerdo con dicha premisa. Por desgracia, este concejal abandonó la reunión a pesar de que en el documento asumido por todas las presentes decía: «Compartimos que los derechos humanos son un absoluto ético: que la violencia es inadmisible; que no tiene justificación alguna en ningún caso y bajo ningún concepto; que ha sido, es y será siempre un fracaso.» En mi opinión, deja un importante vacío en el Foro y confío en que se replantee su postura y vuelva. En cualquier caso, lo importante es que ya se ha constituido y se les ha planteado a las víctimas la primera cuestión: ¿Qué esperais del Foro? ¿Qué pensais que podríamos hacer por las víctimas desde este Foro?

Todo un reto por delante realmente ilusionante. Será una magnífica oportunidad de aprender, una vez más de las víctimas y de personas con una experiencia importante como Inés Ibáñez de Maeztu que mientras fue Directora de Derechos Humanos en el Gobierno Vasco se aprobó el decreto 107/2012 sobre víctimas de sufrimientos injustos como consecuencia de la vulneración de sus derechos humanos. Las diferencias entre unas y otras están ahí, existen. Tanto las víctimas, como las personas representantes de la política, como las ‘expertas’ somos muy plurales. Confío en que esta pluralidad va a dar buenos frutos para la convivencia en esta ciudad.

Así se recogió en los medios de comunicación la noticia de la presentación del Foro Bilbao por la Paz y la Convivencia:

EiTBNaizDeia /  Ayuntamiento de Bilbao El Correo

«Volar»

El 26 de septiembre se presentó en el Festival de Cine de San Sebastián el documental sobre la violencia de género»Volar» producida por Emakunde. Instituto Vasco de la Mujer y cuya dirección y guión ha corrido a cargo de Bertha Gaztelumendi. Ésta comprometida directora ya había realizado otros trabajos como «Mariposas en el hierro» en el que también trata los distintos tipos de violencia que sufren las mujeres.

En «Volar» se recoge el testimonio de nueve mujeres que han sido maltratadas por sus parejas: maltrato físico, maltrato psicológico, todo tipo de agresiones y vejaciones, violaciones, etc. Resulta impresionate el valor de estas mujeres que pudieron salir de esa situación de maltrato y la enorme generosidad que manifiestan al prestarse para que su testimonio sirva a otras muchas mujeres que están sufriendo o que pueden llegar a sufrir la violencia de un maltratador. Se descubren ante la sociedad para que se visualice un poco la parte del gran iceberg que está oculto a los ojos de la mayoría de las personas.

El documental termina con una hoguera donde quieren quemar todo lo malo, iniciar una nueva vida… abandonar su condición de víctima y recuperar la vida que, de una manera u otra, les quisieron arrebatar.

 

Estupendo documental. Enhorabuena a Emakunde, a Bertha Gaztelumendi y a estas valientes mujeres que hoy, en Bilbao, han provocado un emotivo aplauso del público asistente.

Aquí puedes ver «Volar»

‘El silencio siempre favorece al agresor’

El 13  y 14 de julio, se celebró en Donostia-San Sebastián un interesantísimo curso de verano sobre la violencia machista,  ‘Violencia de género. Propuestas legislativas y el derecho a la intimidad de las víctimas‘, dirigido por la abogada Izaskun Porres García.

El curso ofreció distintas perspectivas desde las que abordar la violencia machista:

  1. perspectiva jurídica: la función del Derecho Penal en la violencia machista
  2. perspectiva victimológica: atención y protección a las víctimas de esta violencia
  3. perspectiva social: la  función de los medios de comunicación
  4. perspectiva criminológica: conocimiento de las características de esta violencia para su prevención
  5. perspectiva judicial: viabilidad de la justicia restaurativa para la violencia machista

 

Violencia machista y legislación

Las personas ponentes de cada uno de los apartados fueron de una calidad difícilmente superable. En la primera jornada intervinieron Adela Asua Batarrita, catedrática de Derecho y ex miembro del Tribunal Constitucional, Ana María Ferrer García, magistrada del Tribunal Supremo, María Angeles Carmona Vergara, Presidenta del Observatorio de la violencia sobre la mujer, Marta Sánchez Recio, fiscal de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, Karmelo Martínez Sarobe, jefe de la comisaría de la  Ertzaintza de Hernani, Idoia Pérez Arnaiz miembro del Servicio de Atención a la Víctima y Gema Varona Martínez, Presidenta del IVAC.

El contenido de esta jornada versó fundamentalmente sobre la legislación que trata de abordar este tipo específico de violencia.

 

Estas fueron algunas de las reflexiones y datos que ahí se ofrecieron:

  • Actualmente, se deposita una excesiva responsabilidad en el Derecho Penal para tratar de ofrecer una solución a la violencia de género. El Derecho Penal no puede ser ‘la solución’. Tienen que existir una serie de políticas públicas que acompañen al Derecho Penal.
  • El protocolo de actuación no puede ser tan rígido porque no todas las situaciones son  iguales ni todas las agresiones son de igual gravedad y ni todas pueden tener  como objeto la dominación. Es imprescindible que haya una mayor flexibilidad.
  • El Derecho Penal tiene por objeto reprobar, castigar al culpable con objeto también de aleccionar al resto de la sociedad, pero la pena también tiene otro componente que no se puede obviar: la reinserción del penado.
  • El mayor problema con el que se encuentran los administradores de justicia es ‘la prueba’. En la mayoría de los casos, suele ser la declaración de la víctima.

  • Se anima a las mujeres maltratadas o en situación de maltrato a denunciar, pero es imprescindible realizar un trabajo previo que prepare a la mujer a enfrentarse con la situación que se creará: nueva situación económica, ‘desprestigio’ social, fuerte tensión con la pareja, etc.
  • El enjuiciamento rápido de los casos de violencia de género provoca el ocultamiento de los malos tratos habituales. De esta manera, el 80 % de los casos juzgados son de violencia ocasional contra la mujer y solo el 20 % corresponde a violencia habitual.
  • Los datos reflejan que se está produciendo un descenso de las denuncias realizadas por los familiares. Esto significa una preocupante pérdida de asunción de la responsabilidad de estas personas respecto a su familiar maltratada.

 

Derecho de información y derecho a la intimidad de la víctima

En la segunda jornada se trabajó sobre el derecho a la intimidad de las víctimas de la violencia de género. Para este tema, se contó con las reflexiones de Iñaki Subijana Zunzunegui, Presidente de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, Lourdes Pérez Rebollar, periodista subdirectora de El Diario Vasco y Lucía Martínez Odriozola profesora de la UPV-EHU, periodista y co-fundadora de la revista Pikara Magazine.

Por desgracia, no pudo producirse el deseado debate entre los distintos posicionamientos de las dos periodistas, pero las exposiciones de los tres ponentes principales fueron realmente interesantes y clarificadoras. Aquí recogemos algunas de las ideas que se plantearon:

  • No existen derechos absolutos por lo que el juez debe ponderar entre los dos derechos que están en  lidia: el derecho a la información y el derecho a la intimidad.
  • Existe una legislación europea y desde el Estatuto de la Víctima que protegen los derechos a la intimidad de las víctimas y los informadores deben responsabilizarse al ofrecer la información respetando los derechos que les asisten; esto es, valorar si realmente es necesaria la identificación de la víctima para informar sobre lo acontecido. ¿Qué aporta tal identificación?
  • Ante este tipo de violencia, el informador, además de informar, debe hacer lo posible por detenerla. En este sentido, es beneficioso realizar un relato que conmueva a la sociedad para que se conciencie sobre la gravedad de la violencia de género.
  • La violencia de género es una violencia  estigmatizante.
  • Cuando se informa de la violencia de género, el trato que se da al agresor es muy distinto al actor de otro tipo de delitos. Por ejemplo: cuando hay  un robo, la policía enseguida ofrece datos sobre sus antecedentes; sin embargo, con la violencia de género, incluso llegan a ocultar la información sobre si ha habido previamente denuncia o no.
  • El foco informativo de un caso de violencia de género tiene que ponerse en el agresor, como ocurre con otros delitos.
  • El causante de estos asesinatos no son el alcohol, ni las drogas, ni una discusión… la razón es la relación de poder que se establece en una sociedad heteropatriarcal.
  • Resulta absolutamente imprescindible cuidar el lenguaje que se utiliza para hablar de esta violencia y desterrar expresiones como ‘la violencia de género se cobra una nueva víctima’, ‘la mujer confiesa que su marido le había pegado en más ocasiones’, ‘una mujer se muere a manos de su marido’, ‘la presunta víctima de violencia de género’

Desde  aquí deseamos felicitar a Izaskun Porres García por el  éxito del curso: hubo mucha asistencia sobre todo de mujeres jóvenes. Quizás convendría que nos preguntáramos por qué es un tema que no interesa a los hombres. Y para terminar también deseamos felicitar a los ponentes por la gran calidad de sus exposiciones.

Nos quedamos con la frase de Lourdes Pérez Rebollar:

El silencio siempre favorece al agresor

Alarde de Irún

No es la imagen de la Ertzaintza esperando una gran manifestación cuyas previsiones de disturbios estuvieran prácticamente aseguradas. No. Es la policía preparada para ‘mantener el orden’ en el trascurso de las fiestas populares en Irún el pasado año.
Cualquiera que no conozca lo que ocurrió y ocurre en Irún y en Hondarribia durante sus fiestas, pensaría que ‘esto no puede pasar’. Pues sí, pasó y sigue pasando.
En la década de los 90, en estos dos municipios a unos grupos de vecinos, fundamentalmente compuestos por mujeres, les dio por defender de manera pacífica la extraña idea de que en el acto principal de sus fiestas, el Alarde, las féminas pudieran participar no solo como ‘cantineras’, sino como participa cualquier hombre que lo desea de Irún y de Hondarribia. ¡Vaya locura!

Como se ve en el inicio del vídeo, eran tiempos en los que los mamporrazos a vecin@s se distribuían con cierta ligereza. Nos referimos a las agresiones contra las personas portadoras del lazo azul. Bien, pues la tensión creada por quienes se manifestaban en contra de la petición de participación igualitaria en las fiestas fue tal que sus expresiones recordaban mucho a la intolerancia y el fanatismo de quienes pretendían acallar la petición de libertad de las personas secuestradas.
La red está llena de otras imágenes donde se puede ver mucha más tensión y violencia, pero hemos elegido estas porque no son de 1997, sino de hace dos, tres, cuatro años… Vamos, que pueden pasar más de 20 años y las cosas mejoran… más bien poco. ¿Se puede entender que un pueblo quede dividido en dos durante las fiestas que son momentos propicios para el disfrute en comunidad con toda la vecindad y las personas visitantes por reivindicar que las mujeres puedan participar de igual manera que los hombres en el acto principal de la fiesta? ¿Hasta dónde se enconan las posturas cuando se trata de la igualdad de unas y otros?
No es de extrañar que hoy llueva en Irún. No es para menos. A pesar de los años de reivindicación de igualdad, resulta que el Alcalde de Irún, José Antonio Santano, recibe exclusivamente al ‘alarde tradicional’; y este año, como novedad, se deja caer el Delegado de Gobierno, Javier De Andrés, para apoyar también ‘el tradicional’. Luego están los ‘quedabien’ como el Diputado Denis Itxaso que se ha comprometido a participar en los dos, como si se pudiera estar por la igualdad y por la desigualdad sin ningún rubor. Eso sí, la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, y el Ararteko, Manuel Lezertua, como no podía ser de otra manera, han apoyado el alarde público, el de la igualdad, lo mismo que las parlamentarias, Maddalen Iriarte o Eukene Arana. ¡Menos mal!
Veamos cómo nos lo cuentan:
Si nuestros representantes políticos faltan al respeto de esta manera a lo que ya se ha convertido en un símbolo de igualdad como son los alardes y la mayoría de los medios de comunicación nos lo trasmiten dejando claramente en un segundo lugar el alarde de la igualdad, ¿qué podemos esperar del resto de la ciudadanía?
Ya es hora de que la igualdad se tome en serio, de que sus reclamaciones dejen de ser peticiones secundarias siempre prescindibles en favor de otro bien mayor. Esto tiene que cambiar.